domingo, 29 de abril de 2012

 Hoy se cumplen 224 años del nacimiento del Procer de la Independencia Fernando Figueredo.

Biografía Fernando Figueredo Mena.

 La casa de los Figueredo está situada en pleno centro de la ciudad de San Carlos estado Cojedes, en el cruce de las calles Sucre y Figueredo. Este inmueble es fiel reflejo de la arquitectura colonial venezolana de finales del siglo XVIII.
 En esta casona vieron la luz del mundo tres próceres de la patria: el Teniente José María Figueredo, el Capitán Faustino Figueredo; y el Coronel Fernando Figueredo; los dos primeros murieron en el campo de batalla, en el fragor de la lucha independentista; mientras que el tercero, insigne hijo de San Carlos, alcanzo los laureles del triunfo en la magna gesta épica venezolana, participando en numerosa batallas, entre ellas: Queseras del medio, Boyacá y Carabobo.
Su origen se remonta a finales del siglo XVIII, se ejecución se ejecutó entre 1780 y 1785, fecha última está en la cual el joven Don Ignacio Figueredo Gegundes contrajo matrimonio con Doña Ana Josefa Mena, estableciendo en ella su hogar. Allí, en la suntuosa alcoba matrimonial, nacieron los siete hijos de esta adinerada pareja. En 1786 nació la primogénita Josefa Antonia, luego en 1788 vino al mundo el niño que la historia se conoce como el Coronel Fernando Figueredo, a quien el destino le reservo el título de prócer de la independencia, siendo considerado uno de los oficiales más leales al libertador. Posteriormente, nacieron los otros cinco, entre ellos Faustino y José María, dos próceres que fueron sacrificados por la guerra; además Agueda, María del Rosario y María del Rosario Socorro.
 Nació en San Carlos de Austria el 29 de abril de 1788 y fue bautizado en la Parroquia de la Inmaculada Concepción el 02 de mayo del mismo año, siendo apadrinado por su tío Santiago Figueredo Figueredo (primo hermano de su padre) y por su tía abuela Tomasa Figueredo y Burgos (mujer de José Figueredo Matute y madre de Santiago), recibiendo en la ceremonia los nombres de Pedro José (seguramente en honor de su tío paterno homónimo), pero siempre fue conocido con el nombre de Fernando.
 Comenzó a servir en la causa revolucionaria en 1810, cuando contaba con 22 años, y dos años después, el 18 de abril de 1812, cayó prisionero en Araure en la derrota que le infligió el Capitán Francisco Mármol al Coronel Florencio Palacios.
 Estuvo siete meses en las prisiones de Coro y Puerto Cabello, en compañía de su tío Pedro José Figueredo Segundes a quien se le siguió causa de infidencia, puesto en libertad se unió a Bolívar y siguió en Campaña. En marzo y abril de 1814 se halló con Rafael Urdaneta en los sitios de San Carlos, y pérdida la República, emigró con este a Nueva Granada en 1815. Peleó en Casanare, y en 1816, ya Teniente Coronel, estuvo con Páez en Apure y luego con Piar y Sedeño invadió Guayana. En 1818 hizo con Bolívar la Campaña contra Morillo, donde éste salió vencedor, de perdido que estuvo y el 20 de mayo de 1818 sufrió con Sedeño la derrota que les dio el terrible Morales en la “Batalla de la Laguna de los Patos”, donde murió su hermano, el Capitán Don Miguel Faustino Figueredo, el 02 de abril de 1819, fue uno de los vencedores con Páez en La Queseras del Medio, y con Bolívar en la Campaña Inmortal de Boyacá, donde perdió a su hermano, el Teniente José María Figueredo.
En 1820 ya Coronel hizo la Campaña que culmino gloriosamente el 24 de junio de 1821 en Carabobo. Más tarde fue Comandante de Armas de San Carlos, durante tres años y luego, en la Provincia de Carabobo hasta 1827, que obtuvo Licencia Temporal. Contrajo matrimonio en San Carlos el 02 de junio de 1828 con María Natividad Guardiana Ramona de la Trinidad de Herrera y Solano, Teniente Coronel de Caballería y de María Josefa Adriana Valdez y Salazar.
 Falleció en Nutrias, Provincia de Barinas, víctima de la disentería, el 18 de mayo de 1840. Su esposa mando a traer sus resto desde Barinas, fueron enterrados en la Santa Iglesia Concepción y en 1937 exhumados y llevados en Procesión Cívica a la Plaza Figueredo, donde fue Orador el Bachiller Rafael Saturno Guerra, para ese momento encargado en la Gobernación del Estado Cojedes y de aquí llevados a Caracas por una Comisión de personalidades y enterrados en el Panteón Nacional donde reposan sus resto como un héroe de nuestra Independencia.
Uno de los héroes que tenemos en nuestro estado Cojedes, por el cual nos llena de identidad y nos honra como venezolano.
 Samuel Omar Sánchez Terán
Miembro de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Cojedes.

jueves, 26 de abril de 2012

219 años del nacimiento del Procer Cojedeño Manuel Manrique

Síntesis del General Manuel Manrique

 La Villa de San Carlos de Austria, era en las postrimerías del siglo XVIII y en los primeros años del siglo IXX, una de las ciudades más ricas y prósperas de la Capitanía General de Venezuela. Importantes y ricas familias habitaban el San Carlos de entonces, entre ellas se destacaba la que formaban Don Juan Miguel Manrique de la Sierra y Doña María de Jesús Villegas y Salazar con sus 12 hijos, 7 varones y 5 hembras de los cuales el 6°, nació el 26 de abril de 1793 con el nombre de Manuel Manrique.

 Como era costumbre entre las familias de la nobleza española, recibió las aguas lustrales, seis días después de su nacimiento, el día 2 de mayo de 1793, de Don Lorenzo de la Peña y Torres, Cura Rector de la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción en la Villa de San Carlos de Austria. Fueron sus Padrinos Don Manuel Manrique de la Sierra y Doña Juana Cathalina Manrique de la Sierra, sus únicos tíos paternos. El lugar de nacimiento fue la casona de dos plantas que estaba situada en la intersección de las Calles Páez y Manrique donde está actualmente la cancha deportiva atrás de la casa llamada El Cuartel General durante la Campaña Admirable y que ahora ocupa el Colegio Juan Pablo Segundo.

En 1810, a los 16 años de edad, está participando en la expedición a Coro que mandaba el Marqués del Toro, donde recibe su bautismo de fuego. Bajo las órdenes del General Francisco de Miranda toma parte en la Batalla de El Morro de Valencia en 1811. Cuando el terremoto de 1812 está en Barquisimeto donde desempeña el cargo de 2do. Comandante de la Guarnición a las órdenes del Coronel Diego Jalón. Este Benemérito Jefe resulta gravemente herido y Manrique asume el mando de las fuerzas y ante el avance de Monteverde, que en Siquisique se había unido a Reyes Vargas y , ante la superioridad numérica de aquellos, se retiro hacía Araure y San Carlos en espera de mejores oportunidades. Toma parte en todas las batallas.

En los meses finales de 1813, noviembre y diciembre, Bolívar tiene que dirigir personalmente las operaciones militares y lo hace con éxito; gana la batalla de Vigirima el 10 de noviembre y el 7 de diciembre vence a Caballos en Araure; acción donde se cubrió de gloria Manuel Manrique, al mando del Batallón sin Nombre, que en esa gloriosa batalla lucho con tanto denuedo, valor y temeridad, que el Libertador le dio el nombre de Batallón Vencedor de Araure. Perdida la República en 1814, Manrique acompaña al general Urdaneta con su genial retirada desde San Carlos hasta los Llanos de Casanare. En año de 1815 aparece combatiendo en San Cristóbal de la Calzada. El año de 1816,a los 23 años de edad ostenta el grado de Coronel y se desempeña como Jefe del Estado Mayor del Ejército del General Páez, con ese rango participa en la batalla del Yagual y toma de Achaguas.

 Enterado del regreso de El Libertador a Venezuela; obtiene licencia de Páez y se encamina hacía Guayana para reunirse y así lo hacía a fines de agosto. El mismo Libertador le comisiona en compañía del Coronel Vicente Parejo para q ue gestione ante Páez el reconocimiento de su autoridad, exitosa gestión que culminó con el sometimiento del caudillo llanero a la Suprema autoridad de Bolívar. Vuelve con Bolívar y lo acompaña en las acciones de Calabozo, Uriosa, El Sombrero y Sémen, libradas contra Morillo el año de 1818. Restablecido de sus dolencias, nuevamente lo encontramos en Apure participando en la campaña como Ayudante General del Estado Mayor del Libertador.

 El año de 1919, comandando un cuerpo de tropas formadas por Británicos y Venezolanos, marcha al Apure y allá lo encontramos participando en la Junta de jefes que se reunió en la aldea de Setenta. En 1821 lo vamos a encontrar en la gloriosa Batalla de Carabobo, mandando la Primera Brigada de la Guardia y en plena acción, cuando muerte heroicamente el Coronel Ambrosio Plaza, asume el mando de la 3° División del Ejercicito Libertador.

Obtenido el magnífico triunfo de Carabobo, Manrique va a Caracas con Bolívar y Páez, ellos le envían en persecución del Coronel José Pereira, quien capitula y se rinde. Designado Comandante General de las Fuerzas sitiadoras de Puerto Cabello, fija en esa ciudad su Cuartel General y expide un bando con el fin de evitar el aprovisionamiento de los sitiados.

 En ésta ciudad le llegan despachos de Bogotá, con el nombramiento de Intendente y Comandante General del Departamento del Zulia formado por las Provincias de Coro, Maracaibo, Trujillo y Mérida. El 15 de agosto a las 5 de la tarde, el último Capitán General de Tierra firme abandona, triste y enfermo, la rada en ocho buques con dirección a Cuba, después de entregar el resto de la flota realista, la ciudad de Maracaibo y los Castillos de San Carlos y Puerto Cabello, obligándose a dar por terminada oficialmente la ocupación de territorio colombiano. Manuel Manrique, combatió en Bárbula, Las Trincheras, Araure, El Yagual, Angostura, Calabozo, El Sombrero, Sémen, Ortiz, Los Patos, Gámeza, Vargas, Pitayo y Maracaibo. Había hecho la Campaña de Guayana con Piar y con Bolívar; la de Apure con Páez; la de Nueva Granada y Venezuela con el Libertador.

 Era un militar de fibra comprobada y como Jefe

miércoles, 25 de abril de 2012

En busca de Verdad

200 años de la Batalla de Los Colorados.

25 de abril de 1812.

 
Lo que debemos afirmar con basamentos e investigaciones de documentos que dicha batalla no ocurrió en Mapuey sino en Sabana de Los Colorados, ubicada entre el poblado de San José de Mapuey (ocupado por los realistas ) y la Villa de San Carlos que en es momento se hallaba en manos de los patriotas.

El 25 de abril las fuerzas realistas entran a San Carlos, después de la derrota infringida a los patriotas ese mismo día en la batalla de Los Colorados, sabana ubicada en las afueras dela ciudad, antes de pasar el río San Carlos.

En relación con dicha batalla son elocuentes las palabras del Alférez de Fragata Genaro Ponce (realista), expresadas en un oficio enviado desde San Carlos el 29 de abril al Capitán General de Puerto Rico, documento citado primeramente por Urquinaona y Pardo (p.202, 203) y posteriormente por Gabriel Muñoz:

“...Salimos de ARAURE con 200 hombres de caballería y 400 de infantería para atacar a SAN CARLOS, e hicimos alto en SAN JOSÉ, distante tres cuartos de legua. Allí se trató por donde debía atacarse; pues el río que había que pasar hacía invencible la ciudad. La fuerza de los rebeldes era de 1300, mandados por

Xalon, Carabaño y Delgado. El 25 al amanecer avanzamos y nos retiramos con la noticia de las fuerzas triples de los enemigos. A las 12 del mismo día 25 se nos pasaron 8 soldados de caballería enemiga. Entonces divisamos en la ciudad una bandera blanca:

Monteverde mandó a tocar retirada para atacar al día siguiente, cuando llegase el obús y la tropa que esperábamos; pero a las 2 horas vinieron los enemigos a atacarnos creyendo que huíamos; pues cuando nos retiramos tocaron las campanas y brindaron por nuestra derrota. Fueron rechazados por los Corianos. Nos apoderamos de su artillería cogiendo 470 prisioneros. El ataque empezó a las tres de la tarde, y quedó en el campo por nosotros que tuvimos 12 soldados muertos, y 9 heridos. Enemigos sobre 200 muertos, 127 heridos. Les hemos cogido todas las municiones, y más de 500 fusiles. Toda la caballería enemiga se nos ha presentado 7 valencianos más...” El 26 de abril, al día siguiente de la batalla, Monteverde le escribe a Cevallos: “...Los derroté completamente,...les hice prisioneros y la batalla duró hasta las siete y media de la noche.

Jamás habrá habido batalla mas completamente ganada...los enemigos han sufrido una mortandad horrorosa...”(Gabriel Muñoz: Ob. Cit.: p 99).

Este combate fue un duro golpe a las fuerzas patriotas y la república mirandina, luego de esta derrota Miranda se ve obligado por las circunstancias a Capitular. Se ha afirmado que entre los patriotas que entregaron la caballería a las fuerzas realistas se encontraba el Capitán Juan José Cruces. Sin embargo, los jefes mencionados son Xalon, Carabaño y Delgado; y el mismo Bolívar en “Desembocadero”, cerca de Guanare, en la Campaña Admirable, pasó por las armas al traidor de San Carlos, que identificó como Juan de Montalvo.

Samuel...el de Los Malabares.

El hijo de Samuel Elías Sánchez “el morocho” y Doña Carlota.

Miembro de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Cojedes.

lunes, 16 de abril de 2012

Batalla de la Indenpendecia en suelo Cojedeño

198 de la conmemoración de la Batalla de El Arao (Cojedes)







En relación a esta batalla el historiador Esteves reseña:

“Mariño sale con su ejército en persecución de Cevallos, Salomón y Calzada. El día 13 de abril entran en TINAQUILLO y reorganiza sus fuerzas; el día 16 mueve su ejército de TINACO hacia SAN CARLOS... en ARAO, cerca de la ciudad, son sorprendidos y atacados por Cagigal y Ceballos, salvando la batalla de un desastre total la oportuna intervención del General Urdaneta, quien había quedado al mando de la reserva” (Edgar Estévez: Op. Cit.: P 58)
Por otro lado, en sus memorias Urdaneta señala:





“Cagigal se retiró a SAN CARLOS y Bolívar quiso dar al jefe de Oriente, General Mariño, el mando de la primera acción que se presentara después de su reunión; ordenó, pues, que el ejército marchase a SAN CARLOS a las ordenes de Mariño, compuesto de 1300 infantes de las tropas de Oriente, mandadas por los Coroneles Bermúdez y Valdez, y de 700 hombres también de infantería..., mandadas por el Coronel Tomas Montilla y su segundo el Comandante Ramón Ayala. Contaba también ese ejército con 800 hombres de caballería, al mando del Comandante Manuel Cedeño y tenía por mayor General al General Rafael Urdaneta... Salidos de Valencia debían los patriotas hacer alto en el TINACO, tanto para procurarse víveres, como para reparar el parque y alguna artillería que se reputaba necesaria... En el TINACO se dieron disposiciones por el Mayor General para reunir algunos artículos de subsistencia,... y todo en el concepto de que la permanencia allí no sería menor a 3 o 4 días. En la noche del primer día se presentó a Mariño un hombre, que después se creyó con fundamento ser espía del enemigo y le hizo creer que este había evacuado a SAN CARLOS...





El General Mariño, se puso a la cabeza de la caballería y marchó a las diez de la noche, ordenando a Urdaneta que le siguiese con la infantería... La marcha fue lenta, y al amanecer una partida de hombres uniformados tiroteó a nuestra caballería en el paso del CAÑO DE ORUPE, distante tres leguas de SAN CARLOS... Al aproximarse a SAN CARLOS se descubrió al enemigo formado en Batalla a la orilla de la ciudad, y la caballería en las dos alas, presentaba una fuerza como de 2.500 hombres de tropa arreglada de ambas armas. Conociose que era preciso combatir y se mandó formar la línea de batalla pasando antes unos matorrales que dividen la sabana de ORUPE de la del ARAO, que era lo que mediaba entre patriotas y realistas, llano como la palma de la mano, y que se apoya en las últimas colinas que descienden de la cordillera y se pierden en la sabana... El día se pasó en escaramuzas y amagos de parte a parte, hasta las 4 de la tarde en que un grueso cuerpo de caballería atacó la división Bermúdez, que después de haber hecho la descarga general sin poder contener la carga del enemigo, se refugió a las colinas, y la caballería enemiga pasó a la retaguardia de los patriotas... Este es uno de aquellos momentos desgraciados que ocurren en las batallas y que deciden la suerte de los ejércitos; al repentino chocar de los jinetes realistas, la línea de batalla de los patriotas, hubo de desalentarse y se desordenó, y cuando la reserva combatía y los rechazaba, toda la caballería de Cedeño huía despavorida con casi todos los jefes del ejército a la cabeza... Todo estaba en calma al anochecer... reuniéndose, pues, los heridos del campo, y sin dejar al enemigo ningún trofeo, se emprendió la retirada a las 10 de la noche con dirección al TINACO, en la esperanza de encontrar allí al General en Jefe Mariño) con la caballería... Al amanecer se llegó al TINACO, pero ni se encontró a Mariño, ni a la caballería... En tal situación resolvió Urdaneta pasar al SITIO DE LAS PALMERAS, en donde habían algunos conucos y era posición que ofrecía ventajas para defenderse contra la caballería enemiga si fuese atacado, dar de allí aviso al Libertador de todo lo ocurrido y esperar sus ordenes, en LAS PALMERAS se encontraron ardiendo las cureñas de los cañones incendiadas por los fugitivos.





Mientras las tropas para alimentarse recogían raíces de los conucos, apareció el General Mariño acompañado del comandante Manuel Cedeño que habían quedado rezagados por aquellos bosques y puesto Urdaneta a sus ordenes continuó hasta Valencia la retirada...”


(Apuntamientos de Urdaneta: O’Leary: tomo 6: p 309 al 313).



Samuel...el de Los Malabares.

El hijo de Samuel Elías Sánchez “el morocho” y Doña Carlota.


Miembro de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Cojedes.
Sugerencias al correo: omar17_8471@hotmail.com.

114 años de la muerte del General Joaquin Crespo

114 años de la Batalla de La Mata Carmelera.



En el Municipio Anzoátegui, a varios kilómetros de la población de cojeditos, se encuentra el monumento que marca el sitio donde cayó sin vida el General Joaquín Crespo, la mañana del 16 de abril de 1898, durante un enfrentamiento entre las tropas gubernamentales comandadas por él y las fuerza revolucionarias del General José Manuel Hernández (El Mocho), en ese momento bajo el liderazgo del General Luis Loreto Lima.


Síntesis del General Joaquín Crespo.



Crespo había nacido el 22 de agosto de 1841 en Miraflores, cerca de San Francisco de Cara, en territorio guariqueño. A los 14 años se alejó de su tierra en las ancas del caballo del General Manuel Borrego; a los 16 años era soldado en las tropas del “Agachado” a los 17 era un Cabo, a los 18 sargento, a los 21 primer Comandante y ese mismo año es General de Brigada; a los 28 años fue General de División, a los 30 General en Jefe. A los 34 años fue Ministro de Guerra y a los 42 fue Presidente de la República.


El 27 de abril de 1884 fue juramentado como el Presidente (por un periodo de 2 años) y el 7 de Octubre de 1892 ocupa nuevamente la primera magistratura luego del triunfo de la revolución Legislativa, para permanecer 6 años en la Presidencia.


El 20 de febrero de 1898 entrega el mando a su compadre Ignacio Andrade, y casi de inmediatamente salió al frente de un gran ejercito a defender a su sucesor combatiendo los alzados comandados por el legendario “Mocho Hernández”, el encuentro se produjo en la Mata Carmelera.


El combate comenzó como a las 7 de la mañana en el Hato carmelero donde se sabía estaban atrincheradas las fuerzas del mocho Hernández. Una versión afirma que en las arboledas del hato se hallaban los revolucionarios mochista y al llegar las fuerzas del Gobierno comenzó la batalla.


El General Luis Loreto Lima apostó los hombres al mando del General Samuel Acosta en las copas de los árboles y los del Teniente Pedro Pérez Delgado, conocido como Maisanta, se escondieron en otro mogote delantero para hacer el primer frente en lo alto de los árboles; mientras tanto la caballería se escondía en el barranco del caño Changuango.


El General entra al campo de batalla jineteando una mula a su flanco derecho esta su compadre, el General y Dr. José Ramón Núñez y su yerno el Dr. Isaac Capriles, médico. Detrás sus edecanes y ayudantes descubren al enemigo encaramado encima de unos árboles y ordena avanzar al flanco izquierdo, en el cual Wieddemann comanda la caballería. Comienzan los disparos. La mulas se encabrita con los primeros fogonazos y los francotiradores le disparan y cayó el General Crespo una bala le atravesó la arteria pulmonar, el corazón del pulmón derecho y el hígado, para luego salir destrozando las tres últimas falsa costillas y desgarrar músculos y piel. Eran las 12 y 30, cuando fallece el General Crespo.


Después de la muerte instantánea el General Joaquín Crespo es trasladado en hamaca hasta Acarigua. Allí se designa para su embalsamiento a los doctores Isaac y Ernesto Capriles quienes vienen en el cortejo fúnebre, también participan en la operación los doctores Jaime Cazorla de Caraigua y Manuel Padilla de Araure quienes venían con el General y Presidente del Estado Zamora Manuel Modesto Gallegos.


El cadáver se colocó sobre una mesa, en la casa donde funciono la prefectura y el Concejo Municipal de Acarigua, como no se contaba con los recursos necesarios para realizar esta operación se ha hecho una tradición popular que al General Crespo lo rellenaron con semillas de algodón para poder equilibrar el peso del cuerpo porque no había otro material que se pudiera utilizar, de Acarigua se llevaron el cadáver hacia Caracas.


El 16 de mayo de 1920, el gobierno del estado Cojedes bajo la presidencia de José Felipe Arcay, construyó un monumento en el lugar del hecho y en memoria del héroe.


Samuel...el de Los Malabares.
El hijo de Samuel Elías Sánchez “el morocho” y Doña Carlota.
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viernes, 13 de abril de 2012

Coronel Teodoro Figueredo

Síntesis del Coronel Teodoro Figueredo.





Es uno de los próceres de nuestra Independencia olvidado y uno de los iconos de Cojedes que se sumaron a la libertad de nuestra Venezuela del yugo Español.


Teodoro Figueredo, nacido en la Villa de San Carlos de Austria, el 23 de marzo de 1771, siendo el séptimo de los nueves hijos en el primer matrimonio de José Ramón Figueredo Matute con Juana Josefa Gegundes del Castillo.


De su primer matrimonio con su prima hermana Inés María Gegundes, hacia 1.794, trae al mundo al Capitán Tomas Antonio Figueredo. Con el grado de Capitán de Caballería se incorpora al Ejercito Patriota. Al año siguiente acompaña al comandante José María Rodriguez para combatir la sublevación de Valencia.


El 25 de abril de 1812 participa en la Batalla de Los Colorados. En 1813 figura entre los oficiales que invaden a Venezuela desde el territorio neogranadino y como tal toma participación activa en la magna gesta de la Campaña Admirable, destacándose en la celebre batalla de Los Horcones, Niquitao y Taguanes.


El 1 de diciembre se encuentra nuevamente dentro de las tropas que Bolívar hace reconcentrar en San Carlos, para atacar a los realistas que vienen a su encuentro, enfrentamiento que escenifican el 5 de diciembre en Araure, donde los patriotas obtienen un brillante triunfo, en esta acción es herido en una pierna.


El 28 de mayo de 1814, se da cita en la primera batalla de Carabobo, tras el ocaso de la Segunda República se refugia en Los Llanos combatiendo las guerrillas realistas, luego emigra a San Tomás y más tarde se hace presente en la Expedición de Los Cayos de San Luis e, 1816. En 1815 es ascendido meritoriamente al grado de Coronel, dado a su valiente desempeño durante la Campaña de Ocumare de La Costa.


En 1818, acompaño a Bolívar en la Campaña del Centro y en 1819 integro la lista de héroes que emprendieron la famosa campaña de “El Paso de Los Andes”. En 1821 le correspondió la misión de retirar todo lo que había quedado en el inmortal Campo de Carabobo, luego de la memorable batalla.


La comunicación le es dirigida por el Coronel Francisco Alcántara, en su condición de Jefe de Estado Mayor, en cumplimiento de la orden emanada del Libertador, por considerarlo un jefe con las cualidades que requería la ocasión, un militar activo honrado, correcto y capaz de ejecutar tan importante misión como lo era el despojo de los enemigos, la conducción de los prisioneros dispersos, de los heridos tanto patriotas como realista al Cuartel General.
Se otorgó además, la libre elección de los oficiales que considere conveniente para su ayuda, los vecinos de los pueblos adyacentes, las bestias, bueyes, carreta, y demás tropas que pueda reunir de San Carlos, para su custodia.


“Luego de lograda la libertad de la patria, ocupa importantes cargos como la Comandancia Militar del Cantón de San Carlos y continua dando su valioso aporte, ya no sería hacia la conquista de la libertad, sino a las causas nobles en su terruño natal, al hacer un cuantiosos donativo para construir en 1838 la cúpula de la Iglesia Inmaculada Concepción de San Carlos, la cual había sido destruida por un terrible terremoto”.


EL Coronel Teodoro Figueredo, fallece en la ciudad de San Carlos de Austria el 13 de abril de 1844, en la que fuera su tercera residencia, la cual estuvo ubicada donde hoy esta el Palacio de Justicia, frente a la plaza Bolívar”.


El 9 de febrero de 1846, su hermano menor, Pedro Manuel Figueredo, hizo exhumar sus restos que se encontraban en el antiguo cementerio y los trasladó con todos los honores militares correspondientes, hasta las gradas del Alta Mayor de la Iglesia Inmaculada Concepción, allí existe una lápida que señala el lugar donde fueron depositadas sus venerables cenizas.




Samuel Omar Sàcchez Teràn

Miembro de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Cojedes.








miércoles, 11 de abril de 2012

Ilustres Cojedeños

144 años del Nacimiento del Ilustre Cojedeño Doctor Arminio Borjas.


Este ilustre cojedeño nació en San Carlos el 9 de abril de 1868, en la casa diagonal a la Residencia del Gobernador, donde funcionó antiguamente la Cruz Roja y en la actualidad funciona el Palacio de Justicia, hijo de don Pablo Borjas León y Dolores Pérez de Lazo, hermana del poeta Mauricio Pérez Lazo.

Transcripción de la partida de nacimiento del Dr. Arminio Borjas que se encuentra en los Archivos de la Catedral de San Carlos que dice textualmente: “En la ciudad de San Carlos a veinte y seis de octubre de mil ochocientos sesenta y ocho: yo el infrascrito Cura de la parroquia de la Y. Concepción bautise solemnemente según el R.R. a Carlos Arminio que nació el nueve de abril de este año h. I. Pablo Borjas hijo y Dolores Pérez feliga. padrinos Elíseo y Teresa Borjas a quienes advertí el parentesco espiritual y obligaciones de que certifico. Sigue la firma. Pro. David”.

Inicio sus estudios primarios en San Carlos, la secundaria en el Colegio Nacional de Valencia y se traslada a Caracas a fin de iniciar sus estudios de Derecho en la Universidad Central de Venezuela, donde obtiene el grado de Doctor en Leyes en el año de 1890.

En Valencia contrae matrimonio con la Sra. Soledad Landaeta y tuvo 2 hijos: Arminio y Alfredo Borjas Landaeta. Durante se estancia en el Estado Carabobo se desempeña como juez y como profesional, además de cumplir funciones como profesor en el mismo Colegio Nacional de Valencia, donde antes había sido alumno y después fue maestro, también fue profesor en la Universidad de Carabobo.

Viudo de doña Soledad Landaeta, Arminio Borjas Pérez contrae nuevas nupcias con Doña Isabel González de quien tuvo una hija, de nombre Isabel.

Se establece en la ciudad de Caracas, y empezó a escalar importantes cargos en la Administración Pública,con méritos propios como: Consultor Jurídico de los Ministerios de Relaciones Exteriores, Fomento, Obras Públicas y Secretario de la Presidencia de la República.
El Doctor Arminio, fue destacado profesor de la Universidad de Centran de Venezuela, en las Cátedras de Procedimiento Criminal y presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales.

En el campo Internacional represento a Venezuela ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya en el célebre caso Affaire Martínez & y Cía.,y en el cual intervino el famoso jurisconsultor francés Gastón Jeze y otro eminente venezolano, el doctor F. Arroyo Parejo, y fue decidido a favor de los intereses de Venezuela.

Es el único venezolano que ha tenido el honor de haber ejercido los 3 poderes, Presidente de la Alta Corte Federal y de Casación y Encargado de la Presidencia de la república en el año de 1936 a la muerte del General Juan Vicente Gómez y durante la transición del poder al General López Contreras.

El Doctor. Arminio Borjas Pérez integra una familia de abogados, y sus orígenes se remontan a su padre y abuelo de nombre Pablo, le siguen su hijo Arminio Borjas Landaeta y sus nietos Arminio y Leopoldo Borjas Hernández y sus bisnietos Arminio Borjas Herrera, Gustavo Mata Borjas y Francisco Borja y Franchesca Borjas Von Bach, los cuales son abogados.

Sus obras en el campo del derecho son:

“Comentarios al Código de Procedimiento Civil (6 tomos) y “Comentarios al Código de Enjuiciamiento Criminal (3 tomos). De estas obras se han publicado diversas ediciones y son libros de Consulta obligada de los Abogados del país.

Además escribió la “Historia Antigua”, “Historia Universal Contemporánea”, “La Epopeya del Gusano” obra de Víctor Hugo traducida del francés.

Hay una faceta del Dr. Borjas, hoy poco conocida que fue la de escritor. Aunque ninguna de sus obras literaria fue publicada, salvo uno que otro poema recogido en “El Cojo Ilustrado”, dejó muchas obras inéditas, escritas de su puño y letra.

En Valencia en el año de 1892, escribió la novela que lleva por titulo “ Escapados del Colegio o los hijos del cura”.

A la muerte de su primera esposa, en 1903, escribe, dedicado a sus hijos Arminio y Alfredo, un verso llamado “ Soledad”, dedicado a su esposa fallecida.
Algunas están firmadas con las iniciales “i.n.i.mora”, que no es otra cosa que una manera de escribir su propio nombre de “ Arminio”, entre esos poemas tenemos: “Flor de Perfidia” en 1890, “Nuevos Versos” en 1914, una colección de poesía “Horas de ensueño” en 1914, es su obra poética más importante.

Fue, además individuo de Número y Presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales.
El Dr. Arminio Borjas Pérez muere en la ciudad de Caracas el 2 de noviembre de 1942 y como herencia a sus hijos les dejo la casa de habitación y la Biblioteca Personal.


Samuel...el de Los Malabares.
El hijo de Samuel Elías Sánchez “el morocho” y Doña Carlota.
Miembro de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Cojedes.
Sugerencias al correo: omar17_8471@hotmail.com.

Nota. Gracias al Cronista de la Ciudad de San Carlos, Dr. Arminio Borjas, por los datos aportados para hacer esta síntesis de este Ilustre Cojedeño.

sábado, 7 de abril de 2012

El Nazareno de San Carlos

Esta leyenda es verdad por eso ahora que estamos en semana santa, resaltaremos esta historia para que no se olvide ya que esa es nuestra identidad de cojedeños.

La leyenda del Nazareno de San Carlos.

Años atrás era la costumbre de ofrecer una promesa al Nazareno, la cual consistía en recoger limosna de casa en casa, para con ella comprar los adornos para las imágenes que sacarían en procesión los días santos.


Con esos fondos adquirían flores, cirios, arreglaban o remozaban la túnicas y mantos de las imágenes y compraban los licores para brindar con los cargadores, como era tradicional.


Cuando se acercaba la Semana Mayor, las familias asignadas salían de las distintas parroquias a recoger las limosnas en todos los barrios de San Carlos, entre los que estaban Las Lajitas, El Chuchango, San Juan, Pan de Horno.


En una oportunidad, en los días previos a la Semana Santa, salió el señor Eleuterio a recoger limosnas para sacar en procesión el Miércoles Santo al Nazareno, cofradía que pertenece a la iglesia Inmaculada Concepción. Llevaba con él una pequeña imagen, con la que recorrió muchas calles de San Carlos. A media mañana, entró en la calle Salías entre Figueredo y Miranda, y se detuvo ante los almacenes de la familia Wikerman, dicho negocio estaba ubicado frente a la Tintorería Ranza, hoy en día es un solar abandonado. Estos estaban instalados en San Carlos desde hacía mucho tiempo, logrando acumular una considerable fortuna. Entre los grandes almacenes de venta al mayor y al detal, además de la casa de familia, ocupaban toda la cuadra. El joven Adolfo, hijo del comerciante, recibió a Eleuterio con una sonrisa irónica, lo escuchó y, por hacerse el gracioso delante de su novia, sacó de un bolsillo una caja de fósforo y, cuantos todos creían que iba a dar limosna para la imagen, en forma irreverente raspo el cerrillo en el brazo derecho del Nazareno.


Su novia asombrada le dijo.- ¿Qué haces, Adolfo? - Nada ¿Qué importancia tiene? Don Eleuterio, asustado, dijo: “¡Eso no se hace! Recibirá el castigo que merece su irrespeto. Adolfo continuaba sonriendo ante el asombro de todos los parroquianos que estaban en el negocio. El padre del joven se acercó y le contaron lo ocurrido. Miró la raspadura del fósforo en el brazo de la pequeña imagen y, como un susurro, exclamó, al tiempo que depositaba unas monedas en la alcancía:- ¡Jesús!, no sabe lo que hace.


Eleuterio salió de la casa de la familia Wikerman muy impresionado, pues temía que esta irreverencia pudiera causar la ira divina.


Al poco rato el joven se frotó el brazo derecho y dijo para sí. ¡Cómo me duele!, es el mismo sitio en que raspé el cerrillo. Por momentos crecía el dolor y Adolfo iba de un lado a otro de la casa dando gritos. De nada valieron los cuidados del médico ni las oraciones de sus padres. La salud de Adolfo empeoró, y hasta mandaron a traer una túnica de oro de España para pagar la promesa nada valió y pocos días después falleció, comenta la gente que lo vieron que el brazo con el cual prendió el cerrillo se le seco. Luego, el miércoles santo, cuando la procesión con la imagen iba a entrar en la calle Miranda, la figura se hizo muy pesada. Los cargadores, atónitos, pidieron refuerzos, pero ni con ciento cincuenta hombres pudieron moverlas. Se dirigieron en otra dirección y la imagen tomo su peso normal y continuó su paseo por las otras calles de la ciudad. Esta situación se repitió año tras año. Después, un incendio arrasó con todas las propiedades de los Wikerman, muchos familiares fallecieron y los pocos sobrevivientes, empobrecidos, y emigraron.


El pueblo interpretó esto como un castigo del cielo, causado por el irrespeto de un joven hacia el hijo de Dios. Por insistencia del obispo de San Carlos, en una oportunidad se incluyó la calle Salías en el itinerario de la procesión, y llegando el día, el cielo se oscureció y cayeron gruesos goterones que dispersaron a la multitud. El obispo de inmediato dio la orden de cambiar la procesión y las nubes se disiparon, continuando el trayecto hacia otra calle. Muchas personas interpretaron el suceso como propio de la ira divina y castigo permanente de la imagen del Nazareno hacia el acto de irreverencia y burla de que fue objeto.


La gente mayor se recuerda que eso es verdad y por ahora la procesión del Nazareno no ha pasado más por dicho sitio.

Este relato pertenece a la tradición oral de San Carlos estado Cojedes.



Samuel...el de Los Malabares.
El hijo de Samuel Elías Sánchez “el morocho” y Doña Carlota.
Miembro de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Cojedes.
Sugerencias al correo: omar17_8471@hotmail.com

lunes, 2 de abril de 2012

193 años de la Epica las Queseras del Medio


193 años de Las Queseras del Medio.





No hubo el éxito esperado en la Campaña de los Llanos; sin embargo, el prestigio de los llaneros aumentó considerablemente antes de la Campaña de Nueva Granada. El 2 de abril de 1819, los patriotas triunfan en un lugar llamado las Queseras del Medio.


“Morillo llegó a la ribera izquierda del río Arauca y acampó en la Mata del Herradero, una milla más abajo del punto en que nos hallábamos.
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Aquel mismo día, a las tres de la tarde, se pasó a nosotros un oficial de caballería llamado Vicente Camero, y antes de presentarse a Bolívar me informó de que Morillo había organizado un plan para hacerme prisionero.

Después de oír la relación del oficial corrí a ver a Bolívar, y habiéndole referido el plan de Morillo, le dije que si él me permitía pasar el rio con un corto número de los míos, yo con mi táctica habitual atraería a los realistas hasta frente al lugar en donde estábamos, y si Bolívar mandaba a emboscar al enemigo en las orillas del río a las compañías de granaderos y cazadores con toda su artillería, podríamos dar un buen golpe a los españoles; pues cuando le tuviéramos en el punto citado, yo cargaría de frente al mismo tiempo que nuestras fuerzas al asecho atacasen de frente.

Accedió Bolívar a mis deseos, e inmediatamente con ciento cincuenta hombres crucé el río, y a galope nos dirigimos al campamento de Morillo.

.Allí se encontraban los dos ejercicitos separados por el rio Arauca. El de Morillo era muy superior al de Simón Bolívar, por lo cual éste no podía enfrentarse a una batalla campal. Es ahí cuando a Páez se le ocurre inventar una de las suyas. Temerariamente toma a 150 de sus mejores lanceros, para con ellos a nado el río cabalga en la otra ribera y se acerca valientemente hasta ponerse a tiros de fusil de los realistas. Como lo esperaba Morillo, nueve sus fuerzas contra él, entonces el “catire” comienza a retirarse divididos en grupos de veintes hombres.

Consistía en que si yo volvía a provocar al ejército del modo en que lo había hecho el día anterior, atacándolo y fingiendo retirada para volver inmediatamente a la carga, Morillo se movería contra mí con todo el ejército para obligarme a huir sin poder volver la cara, y ya en fuga me perseguirían doscientos hombres escogidos de la caballería, montados a caballos de buena carrera y resistencia, para acosarme y hacerme prisionero

Estos lanceros, en rapidísimas maniobras, una veces contra atacan y otras apresuran la marcha corriendo dispersos, como si estuvieran a punto de desbandarse. Así alejan al enemigo del grueso de su ejercicito.


Finalmente Páez, al ver cumplido su objetivo, se percata que toda su caballería forma un solo cuerpo. Y de pronto, grita con furia a los cuatros vientos: se oye su famoso grito: "¡vuelvan caras!" (Quizás: "¡Vuélvanse carajos!" o "¡Vuelvan carajos!"), y los llaneros se vuelven y se lanzan contra los escuadrones realistas hasta alcanzar la victoria.


Muy apurada era entonces nuestra situación, pues el enemigo nos venía acorralando por ambos costados con su caballería y nos acosaba con el fuego de sus fusiles y cañones, cuando afortunadamente el valeroso comandante realista Narciso López me brindó la oportunidad de pasar con alguna ventaja a la ofensiva


Cargó Rondón con la rapidez del rayo, y López imprudentemente echó pié a tierra con sus carabineros; Rondón le mató alguna gente y pudo efectuar su retirada sin que lograsen cercarlo.
Al ver que las dos secciones de caballería no formaban más que una sola masa, para cuyo objeto había ordenado el movimiento a Rondón, mandé a mi gente volver riendas y acometer con el brío y coraje con que sabían hacerlo en los momentos más desesperados.
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Cuando vi a Rondón recoger tantos laureles en el campo de batalla, no pude menos de exclamar: Bravo, bravísimo comandante. General, me contestó el, aludiendo a una reprensión que yo le había dado después de la carga que le dieron a López pocos días antes, “General, así se baten los hijos del Alto Llano”.
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Todo contribuía a dar a aquel combate un carácter de horrible sublimidad: la noche que se acercaba con sus tinieblas, el polvo que levantaban los caballos de los combatientes de una y otra parte confundiéndose con el humo de la pólvora.

La caballería enemiga se puso en fuga; la infantería se salvó echándose sobre el bosque y la artillería dejó sus piezas en el campo, lo cual no pudimos ver por la oscuridad de la noche. Finalmente, mucho antes del amanecer se puso Morillo en retirada para Achaguas.
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Bolívar con los demás jefes del ejército desde la otra parte del río, había presenciado la refriega.

Sólo la noche y un bosque favorecen la retirada de Pablo Morillo, impiden la derrota total de los realistas.
Bien se comprenderá ahora que el general español no me perdonara aquella mala pasada que yo le había jugado en sus mismas barbas y que estuviera deseoso de hacérmela pagar con usura.

En la Campaña de Los Llanos; el prestigio de los llaneros aumentó considerablemente antes de la Campaña de Nueva Granada. El 2 de abril de 1819, los patriotas triunfan en un lugar llamado las Queseras del medio.
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Luego de esta batalla Bolívar condecoró a Páez y sus ciento cincuenta lanceros con la Orden de los Libertadores dándoles esta proclama: “¡Soldados! Acabáis de ejecutar la proeza más extraordinaria que puede celebrar la historia militar de las naciones. Ciento cincuenta hombres, mejor diré, ciento cincuenta héroes, guiados por el impertérrito Páez, de propósito deliberado han atacado de frente a todo el ejército español de Morillo. Artillería, infantería, caballería, nada ha bastado al enemigo para defenderse de los ciento cincuenta compañeros del intrepidísimo Páez. Las columnas de caballería han sucumbido al galope de nuestras lanzas; la infantería ha buscado un asilo en el bosque; los fuegos de sus cañones han cesado delante de los pechos de nuestros caballos. Solo las tinieblas habrían preservado a ese ejército de viles tiranos de una completa y absoluta destrucción.”

El triunfó militar de José Antonio Páez en la batalla de Las Queseras del medio, contribuyó a acrecentar su fama como la “Primera lanza de los Llanos”, como consecuencia murieron 400 soldados de Morillo y muchos heridos, y por el lado de Páez apenas murieron dos soldados y hubo 6 heridos.



Samuel Omar Sánchez Terán
Miembro de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Cojedes.