153 de la muerte del General del Pueblo. Ezequiel Zamora.
Ayer 10 de Enero del 2013 se cumplio otra fecha.
153 años de la muerte de Ezequiel Zamora
El General del Pueblo.
Ezequiel
Zamora, nació en Cùa, estado Miranda, el 1 de febrero de 1817, huérfano
de Alejandro Zamora un Capitán de la Independencia y su madre Paula
Correa.
Su educción fue rudimentaria, sensibilizado por el atropello
al pueblo, que percibía en su recorrido por los llanos comprando ganado y
desde el mostrador de su modesta pulpería en Villa de Cura, Zamora
decidió emprender una carrera política, como delegado liberal quedo
electo en la lista de postulados para las elecciones de 1846, pero su
registro, junto al de centenas de liberales, fue anulado como parte del
plan de fraude planificado por Páez.
En 1846, se levantó en armas, en
Barlovento dirigidos por Manuel Echandia, Mariano Tirado y Tomas
Galarraga; en Barbacoa y Tiznados liderados por Pedro Aquino, Segundo
Martínez y Evangelisto Cabeza; en Barinas comandados por Pedro Blanco y
Julián Díaz; en Guárico con Juan Moronta, Santiago Moreno y Juan
Pomposa, igualmente en las serranías de Carabobo y Aragua liderada por
Francisco José Rangel, conocido como el “Indio Rangel” fue capturado y
decapitado el 14 de marzo de 1847 y su cabeza llevada a José Antonio
Páez. Zamora fue hecho prisionero el 25 de marzo de 1847 y condenado a
muerte el 27 de julio de ese mismo año. Aun cuando esta insurrección fue
derrotada y sus líderes asesinados o encarcelados, la misma profundizo
las contradicciones en el seno de las clases dominantes, generando una
ruptura entre José Antonio Páez y José Tadeo Monagas, quien bajo la
presión popular por Paula Correa, la madre de Zamora, conmutó la pena de
muerte por diez años de cárcel en Maracaibo.
Las contradicciones
entre las clases dominantes desembocaron en un pacto del Presidente José
Tadeo Monagas con los liberales, quienes el 24 de enero de 1848
asaltaron el Congreso Nacional para evitar que la mayoría paecista
aprobara un juicio a Monagas. Ezequiel Zamora, quien había escapado de
la cárcel el 22 de noviembre de1847, fue incorporado como oficial con el
grado de Comandante al ejército Nacional para combatir la rebelión
convocada por Páez.
Este último, después de humillantes derrotas
militares como la infringida por el Lancero e la Independencia José
Cornelio Muñoz, el 10 de marzo de 1848, en la sabana de los Araguatos en
Apure, fue apresado en los llanos de Cojedes el 14 de agosto de 1849
por el héroe de la Independencia, General José Laurencio Silva y
entregado en custodia al Comandante Ezequiel Zamora, para ser trasladado
desde el Campo de Monagas (macapo) hasta la ciudad de Valencia.
El
20 de febrero de 1859 estalla en Coro la Guerra Federal. El General
Ezequiel Zamora se puso al frente de la revolución Federal con un
programa contra la pena de muerte, contra el peculado y la corrupción, y
en favor del sufragio universal. La base ideológica que impulsaba la
guerra era la lucha contra los opresores y a favor de los oprimidos.
Este logro aglutinar las masas populares que desde la guerra de la
independencia eran engañadas con falsas promesas, planteo la eliminación
de latifundio y de todas las formas de opresión económica, política y
social.
Zamora, de inmediato, se dedicó al trabajo político y a la
organización del Ejercicito Federal de Occidente, del cual fue nombrado
General de División y Jefe de Operaciones, el 25 de febrero de 1859.
Desde
Coro y al frente de un ejército de campesinos, llamado oficialmente
Ejército Federal de Occidente, libró una exitosa campaña contra los
godos, dirigidos militarmente por el General León Febres Cordero. Los
combates de Boca de Yaracuy (22 de marzo), El Palito, Carabobo (23 de
marzo), toma de San Felipe (28 de marzo), sitio de Barquisimeto (3 de
abril), combate de Araure, Portuguesa, donde se entonó oficialmente el
Himno de la Federación (5 de abril), sitio de Barinas (16 de abril), San
Lorenzo, 24 horas de cañoneo con las tropas del General José Laurencio
Silva (27 de abril), ocupación de Guanare (10 y 12 de mayo) y toma de
Barinas (18 de mayo) abrieron las puertas para constituir el Estado
Federal de Barinas (22 de mayo de 1859).
De hecho los combates de
Barinitas (15 de junio) La Bellaca (20 de junio) sitio de Guanare
(agosto-septiembre), toma de Barquisimeto (4 de octubre) y centenares de
escaramuzas dieron cuenta de la fortaleza político militar del ejército
revolucionario.
El 2 de agosto de 1859, la oligarquía conservadora
derroco al dictador Julián Castro, este hecho fue aprovechado por los
federales caraqueños para promover la rebelión desde la plaza de San
Pablo en pleno centro, la misma fue sofocada, con un saldo de 60 muertos
y centenas de heridos y detenidos, esto se le conoció como la
“Sampablera”.
Todas estas victorias el pueblo lo aclamaba como el
“General del Pueblo”, por eso Falcón y Guzmán, nunca reconocieron la
autoridad de Zamora y mucho menos el programa revolucionario y como
quinta columna se dedicaron a frenar el impulso revolucionario de la
guerra, como quedó demostrado en distintos sucesos antes y después.
La
Batalla de Santa Inés, el 10 de diciembre de 1859, constituyo un
verdadero tratado de estrategia y táctica militar, diseñado por Zamora y
ejecutado por 5.000 campesinos y campesinas “patas en el suelo” que
usando una maniobra de falsa retirada, combinada con el recurso de
trincheras, emboscadas y el incendio de la sabana, le dio un golpe
estratégico a las tropas de la oligarquía, dirigidas por el General
Pedro Estanislao Ramos, los coroneles Manuel Vicente de Las Casas,
Olegario Meneses, Antonio Jelambi y el Comandante José María Rubín,
entre otros prestigiosos oficiales godos.
Tras la victoria, Zamora se
dio a la tarea de perseguir a los restos del ejército godo hasta la
cordillera andina, librando intensos combate durante 17 días en Barinas,
Maporal, Corozo, Bostero y Curbati.
Ezequiel Zamora y el ejército
tomó rumbo al centro, y en el camino resolvió ocupar a San Carlos, a las
10 de la mañana del 10 de enero de 1860 recibió un balazo mortal en la
cabeza que le entró por el ojo izquierdo, proveniente de un tirador
hasta ahora desconocido, mientras inspeccionaba obras de defensa, como
único testigo del hecho Antonio Guzmán Blanco, sobre el cual quedó el
señalamiento intelectual del crimen.
Con Zamora moría también la
revolución campesina y popular. Por eso la oligarquía celebró en Caracas
con la triste y célebre frase, expresada por el fanático de la
oligarquía Juan Vicente González: “bala afortunada, bendita sea mil
veces la mano que te dirigió”.
El 24 de abril de 1863, Pedro José
Rojas, en nombre de Páez y Antonio Guzmán Blanco, representando a
Falcón, firmó el tratado de Coche, que puso fin a la guerra Federal.
Aun retumban las frases:
“La tierra no es de nadie, es de todos”.
“Respeto al campesino”
“Todos somos iguales”.
“Tierra y hombres libres”.
Zamora Vive en el Pueblo
Samuel…el de Los Malabares.
El hijo de Samuel Elías Sánchez (el morocho) y Doña Carlota.
Samuel Omar Sánchez Terán.